El tiempo es ¡Ahora!

Por: Armando Chavarro

Como todos los años, se cumple un ciclo más en nuestras vidas. El año termina y volvemos a encontrarnos con nuestra realidad latente, el análisis de nuestros logros, conquistas o fracasos. Nuevamente las frases que oímos decir año tras año: “Gracias a Dios cumplimos las metas”, “Este año no ganamos, no perdimos pero nos mantuvimos”, “Este año fue muy duro”, “El próximo año si”, etc. etc. de consideraciones, observaciones y justificaciones.

En todo caso, siempre esperamos que el año haya sido bueno para todos, sin embargo y definitivamente, lo cierto es que Diciembre es un mes de alegrías y tristezas. Diciembre se convierte en el período en que aquellos que lograron sus metas celebran y quienes no, lo lamentan. Es la vida, es el ciclo, es el reconocimiento de una continuidad inefable ante lo que se hizo o lo que se dejó de hacer.

Diciembre es el mes en que muchos se gastan el dinero que ganaron durante todo el año, lo ahorraron y ahora lo gastan y, comienzan de nuevo en el mismo proceso para el siguiente año. Algunos se gastan lo que no lograron hacer, a través de sus tarjetas de crédito que después aumentan su carga y estrés porque además del pago de las deudas adquiridas, deben producir lo que tendrán que gastar en el próximo fin de año. Para otros que sólo miran pasar el tiempo, sin propósitos y sin esperanzas, es sólo un mundo de locos.

Es bien conocido el tema de los suicidios por estos días. Personas que perdieron sus hogares, hijos abandonados, esposos fracasados, empresarios quebrados, niños y jóvenes que pierden en sus estudios, optan  por parar el ciclo, quitándose la vida.

Sean cuales sean las experiencias que se hayan vivido, buenas o malas, es necesario fortalecer el alma, respirar profundo y levantarse investido del poder interior en la fortaleza de su espíritu para enfrentar y derrotar a las adversidades e impedirles que estas vuelvan a nuestras vidas.

¿Cómo transformar nuestras vidas?

Sólo con una decisión firme y una acción consistente y perseverante, se puede cambiar el rumbo de la vida. El poder está en el interior de cada uno. No hay razón para claudicar, para darse por vencido ante el fracaso, pero si hay fuertes y suficientes razones si miramos a nuestros seres queridos, hijos, hijas, esposa, esposo, novio, novia, hermano; incluso empleados en muchos casos, que dependen de nosotros; para seguir en el juego de la vida con un propósito ¡Ser ganador!.

Si tienes mentalidad de ganador, ¡ganarás!, si tienes mente de guerrero, ¡triunfarás!, si tienes fe ¡Verás tus propósitos realizados!, sólo si tienes fe y haces lo correcto para alcanzarlos.

Que tus pensamientos, sueños, ideas, creaciones; compaginen con tus acciones. La acción es la única manera de cerrar el abismo que hay entre tus propósitos y el éxito. Sin temores, sin desconfianza, sin incertidumbre… sólo ve y ¡Hazlo!

Apreciados lectores, les deseo lo mejor del mundo, regocijo mi alegría entre aquellos que lograron sus metas y entrego la profundidad de mis deseos para que quienes no, lo hagan en tiempos venideros.

¡Tan rápidos como lo decidas! Así sucederá. No existe posibilidad de que sea diferente. Aférrate a tus ideales y no des espacio a la duda, ve directo por el premio mayor… haz que las cosas sucedan… conviértelos en realidad. El tiempo es ¡Ahora!

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