Encontrar el Horizonte Perdido
Por: Armando Chavarro – Coach Humano – Social – Empresarial
Cuando te embarcas en una aventura y esto requiere de grandes esfuerzos e incluso sacrificios, se corre el riesgo de querer abandonar el barco antes de llegar a la meta. Nunca te rindas, si te sientes débil o inseguro, retoma el control y vé por ello con todas las ganas, se persistente si quieres Encontrar el Horizonte Perdido.
Durante todos estos años, desde finales de 2004, cuando estuve por primera vez en los Estados Unidos de América – USA-, he conocido muchos casos de personas que llegan al país atraído por la posibilidad de construir una mejor calidad de vida que a la postre algunos logran alcanzar.
Debo resaltar que también he encontrado que un altísimo porcentaje de estas personas ven frustradas sus vidas en cuanto a su desarrollo personal y profesional, ya que, a decir verdad, llegan sin un propósito determinado y dispuestos a hacer lo que sea, a aceptar el trabajo que sea para resolver sus necesidades primarias de supervivencia.
No obstante a lo anterior, la mayoría también de ellos, son personas talentosas y creativas que, al entrar en la maquinaria de la producción del dólar, ven cómo cada día sus sueños e ideales profesionales van declinando y el horizonte que alguna vez postularon. se ve perdido.
Sin embargo, hay algo importante que rescatar en esta comunidad de administradores, ingenieros, médicos, arquitectos, profesores, periodistas, odontólogos, mercadotecnistas, abogados, etc… cuya vida profesional en la mayoría de los casos se obstruye, se bloquea y también su valentía. Valentía para llegar a un país con tantas diferencias culturales, más la barrera del idioma; valentía para vivir entre la luz y la obscuridad, entre la ilusión y el temor, entre la libertad y la supresión, en un sistema muy diferente al de su nación de origen.
Yo les invito a que se enfoquen en encontrar el horizonte perdido, a sacudan su cabeza, despierten, desempolven su estado personal y de ser educado y profesional; les invito a que se miren en un espejo y en lugar de llorar, lamentarse o conformarse con su fracaso, respiren profundo inflen su pecho y enderezando su espalda, se digan a si mismo o a sí misma:
“Yo soy..”, repitiendo su nombre y su condición profesional o en todo caso, refiriéndose a su experticia para la cual se formaron y realizaba en su tierra madre y una vez fortalecido(a) en su autoestima, decirse también, apretando los dientes y hablándose a sí mismo con profundo sentimiento y poder…:
“No importa si en estos momentos estoy pintando fachadas, limpiando pisos, lavando platos o repartiendo periódicos…. -Lo que estén haciendo- .. esto es y será transitorio y desde hoy, voy a abrir mi corazón y a encontrar mi horizonte. ¡Voy a estar atento a en cada momento de mi vida, para hallar un lugar en el mundo laboral, acorde con mi profesión, con mis habilidades de desempeño y en concordancia exacta con lo que quiero alcanzar en mi vida!; a partir de hoy, independientemente de lo que haga, ¡voy a restaurar mi vida! ¡lo voy a hacer!, porque “Yo soy…”, -eso que tú eres- y ¡En este país hay un espacio para mi y está esperándome! ¡Sé que está ahí y lo voy a encontrar! Ten la seguridad que lo encontrarás. Con mi mejor deseo, sé fiel a tus ideales, aférrate a ellos y los alcanzarás… Hasta nuestro próximo encuentro mis queridos lectores.
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