Inteligencia Financiera
Si en las escuelas se recibiera formación financiera, la sociedad no tendría tantos problemas. La estabilidad y, la libertad financiera es directamente proporcional al poder saber y distinguir entre ACTIVOS y PASIVOS.
Como estos conceptos no se tienen claros o con regularidad existen una mala interpretación y confusión de su verdadero significado, voy a plantearlo de manera sencilla, según la teoría práctica de Robert Kiyosakli:
Un ACTIVO es aquello que genera ingresos, que trae el dinero a nuestro bolsillo. Un PASIVO es todo aquello que por el contrario, saca el dinero de nuestro bolsillo. El secreto de los ricos es que su pensamiento está en todo momento dirigido a la compra de activos, están alertas a las oportunidades de negocio y saben aprovecharlas.
Desde luego ellos saben correr riesgos, han superado el miedo y han dejado de escuchar a los asesinos de sueños que permean la mente de quienes intentan hacerlo. Ellos no escuchan a sus familiares, parientes y amigos; sencillamente tienen un ideal, han tomado una decisión y luchan fervientemente por ese ideal en menor o mayor escala, pero siempre están dispuestos a conseguir sus metas; hacer fortuna. Viven cómodamente y tienen tiempo para ellos y para su familia. Finalmente el dinero termina trabajando para ellos.
El pobre o la clase media, por el contrario trabaja arduamente, estudian para graduarse y conseguir su buen empleo, muchas veces lo logran y entonces quieren vivir como ricos tratando de mostrarle a sus familiares, amigos y a la sociedad el fruto de sus logros laborales.
Se dedican a comprar pasivos, autos lujosos a crédito, casas grandes a crédito, ropa a crédito, joyas a crédito y cuando el dinero no les alcanza para cubrir sus créditos, recurren a las tarjetas de crédito y luego a prestamos para cubrir las tarjetas y luego, prestamos para cubrir los prestamos, etc., etc., terminando en un hueco financiero difícil de cubrir, con estrés, dificultades sin fin y devolviendo o perdiendo parte de lo pudieron adquirir en esa carrera de ratas, como diría Kiyosaki.
No quiero decir que las personas adineradas no tengan autos, casas ni comodidades de lujo y confort, pero ellos pueden retener los impulsos y las inversiones emocionales, ponen al dinero a trabajar a su favor comienzan en pequeño y crecen y, cuando sus ingresos son continuos, estables y con menor esfuerzo, incluso llegando a su bolsillo aunque ellos no estén trabajando las 24 horas, toman un porcentaje de ese flujo de efectivo para comprar sus bienes y vivir en el confort que desean, comprando lo que quieran y viviendo de la mejor manera.
Así que tenemos una oportunidad de reflexionar acerca de cómo estamos invirtiendo nuestro dinero y corregir los malos hábitos del gasto, puede sacar a las personas del hueco de las dificultades económicas para ponerlos en un escenario de tranquilidad y buen nivel o calidad de vida. ACTIVOS y PASIVOS, ahí está la diferencia.
Por: Armando Chavarro
Escritor – Conferencista Internacional