La mente fortalece o destruye
Por: Armando Chavarro
Sabían ustedes que hoy en día las enfermedades psicosomáticas suman cerca del 95% de las enfermedades del hombre?
Uno de los problemas más grandes de la humanidad son las enfermedades psicosomáticas. Estas causan mucho daño a la vida del hombre. Por psicosomáticas quiero decir, enfermedades que se originan o se precipitan por causas de la mente. Es decir, la mente enfermando al cuerpo.

Al desconocerse el origen real de muchas de estas enfermedades, las personas buscan solución mediante la medicina tradicional y la formulación o consumo de fármacos, cuando en realidad podrían deshacerse de sus manifestaciones y efectos, mediante procesos de terapia mental y cuando digo deshacerse, lo digo para siempre… en mayúsculas y en negrilla.
No quiero decir con esto que las acciones de los médicos son inadecuadas o inválidas; de hecho, su labor es muy importante y muchas veces vital. Simplemente digo que quien desee realmente deshacerse de las enfermedades psicosomáticas orgánicas o inorgánicas, puede hacerlo sin la necesidad de fármacos o similares.
Son enfermedades psicosomáticas aquellas en las que el médico dice: “Sus exámenes están bien, clínicamente usted no tiene nada, todo está bien… debe controlar su estrés o, debe llevar una vida más tranquila o, si puede tómese unas vacaciones y relájese por unos días” …. Y cosas come esas.

Esas dolencias de tipo emocional o corporal pero que aparentemente no tienen razón de ser, esos malestares que hacen que te sientas deprimida o deprimido, ansiosos, con insomnio; esa tendencia a dormir en todo momento o los temores constantes a su entorno, son afecciones de tipo psicosomático.
Entre otras, voy a mencionar algunos padecimientos psicosomáticos orgánicas: Artritis, dermatitis, alergias, asma, migrañas, algunos problemas de coronaria o cardiopatías, sinusitis, complicaciones de visión, de audición, sinovitis, úlceras, conjuntivitis.
Se suma a lo anterior, los dolores extraños y molestias en diversas partes del cuerpo, el catarro común, predisposición a los accidentes, promiscuidad, desórdenes sexuales, agresividad e intolerancia, ansiedad, estrés, dificultades de aprendizaje, falta de confianza y baja autoestima.
Las relaciones infelices, la vida sin control. Malas relaciones interpersonales o problemas matrimoniales y el estado de montaña rusa emocional, obran como trastornos mentales que dañan la vida humana.

Del mismo modo, las tendencias suicidas, secuelas traumáticas post-secuestro, por haber perdido algo o a alguien valioso, depresión, molestias articulares y de columna. adicciones al tabaco, el alcoholismo y la drogadicción, malas relaciones con los hijos, propensión a manifestar diversas enfermedades no existentes en realidad (hipocondriasis), recuperaciones postoperatorias, afecciones nerviosas, fobias, psicosis, pena moral; entre muchas otras.
El listado forma parte del gran número de enfermedades psicosomáticas que nos impiden vivir plena y sanamente, que roban la alegría y la positiva emoción hacia la vida misma; que impiden a las personas crecer, desarrollarse y alcanzar el éxito.
Recordemos que las drogas y fármacos psicoactivos a saber: antidepresivos, estimulantes, fármacos psiquiátricos y psiquedélicos (Una droga psicodélica (del inglés psychedelic drug) es un psicotrópico cuya principal acción consiste en alterar la cognición y la percepción de la mente, dando lugar a percepciones no ordinarias, generalmente consideradas ilusiones, alucinaciones, etc.); son basura química y lo único que hacen es intoxicar el organismo y no resuelven absolutamente nada.
Está claro que todo este tipo de «ayudas» farmacológicas solo pretenden un estado de aparente control, pero sólo te drogan, suben o bajan la euforia, te ponen a dormir… pero el problema real permanece ahí enmascarado y al final puede la persona convertirse en fármaco-dependiente y es entonces cuando, estar alerta en su vida y tener el control de la misma, no será una opción.. la persona estará drogada reducida o sobre estimulada, con o sin sueño, etc. como sea, en este estado llevará una vida de poco autodeterminismo, falso control y muy poco estado de alerta y energía vital.
Vivir bajo el efecto de la farmacodependencia, es un estado verdaderamente triste y lamentable.

Sin embargo, liberarse, romper esas cadenas autogénicas que destruyen, limitan e inhiben, deshacerse de todo esto es posible, tú puede obtener lo mejor de la vida, tú lo merece. Podemos hacer algo al respecto.
Contacto con el autor: consultor@armandochavarro.com