Luz al final del túnel COVID19

Muy difícilmente podemos entender por qué en la vida suceden tantas y tan inesperadas y misteriosas cosas; descifrarlas es una muy complicada tarea que muchas veces es mejor no hacer. Hoy la humanidad se enfrenta a una de las más complejas experiencias en materia de salud y bienestar general. El coronavirus COVID19, que se ha precipitado como una pandemia, lo registraremos como una de esas duras y dolorosas experiencias.

Sin embargo, aunque la incertidumbre, angustia, neurosis, ansiedad y sufrimientos físicos, psicológicos y económicos han golpeado en mayor o menor escala la estabilidad emocional y de supervivencia de la humanidad, es importante entender que así mismo esta ingrata etapa ha contribuido a comprender el valor de la vida, la salud, la libertad y la familia. Sentirse vivo ante la amenaza de la muerte, poder respirar y realizar actividades cotidianas, extrañar el libre andar y el calor de un abrazo de sus seres queridos, es una experiencia que nos lleva a interpretar la vida de una manera diferente.

Una experiencia como esta que estamos vivienda ayuda enormemente a valorar toda cosa que poseemos o hemos alcanzado; la educación, el trabajo, el hogar, el dinero que ganamos y que tal vez nunca ahorramos y que hoy estamos necesitando para nuestra propia supervivencia.

Valgan estos momentos para fortalecer nuestro espíritu y forjar nuestro carácter para la toma de decisiones racionales y morales hacia el futuro próximo, de modo que no nos volvamos a dejar sorprender desprevenidos e improvistos; de igual modo para comprender que esto pasará pronto. Que, de la fortaleza, tolerancia, armonía y consideración al interior de la familia, dependerá en alto grado el cómo lo superaremos, cómo haremos este tránsito por la estación de la pandemia.

Estamos poniendo a prueba nuestra capacidad para cuidar y proteger a cada uno de los miembros de la familia, incluso de nosotros mismos. Así mismo, es un despertar a nuestra creatividad, a descubrir nuevos talentos y habilidades que nos permitan alcanzar niveles aceptables de supervivencia individual y colectiva.

Levantarse temprano en la mañana, mirar con optimismo el amanecer, sonreír, ser amables y cariñosos con la familia, creer que cosas buenas sucederán y disponerse a construir una vida nueva y próspera, aún en las peores circunstancias, ayudará a formar una estructura mental fuerte, guerrera e invencible que actuará a nuestro favor. Se fuerte, razonable y combativo y no te olvides de ahorrar mes a mes, a fondo muerto, por lo menos el 20% de tus ganancias. Eso te hará económicamente fuerte e independiente. En 5 años tendrás en caja el equivalente a 1 año de trabajo. Hazlo!! Si vives con 100, también puedes vivir con 80. Espero que esto ayude.

 

Autor: Armando Chavarro

Escritor-Humanista –  Conferencista y Coach Familiar, Social y Empresarial

Contacto  e-mail: consultor@armandochavarro.com

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