Educación racional

Hay muchas razones por las cuales a los niños/niñas se les dificulta aprender y desarrollar sus normales habilidades de lectoescritura.

Aunque no pareciera ahora en nuestros tiempos, aún la educación coactiva y represiva sigue siendo una modalidad común en un gran número de establecimientos educativos y hogares.

Muchos se preguntarán cómo hacen para darse cuenta si realmente se está usando la coacción o la represión, si es verdad que eso sucede? Pues bien, voy a explicar por qué y cómo pasa eso.

El porqué es simplemente porque por décadas vienen aplicándose métodos pocos funcionales que en lugar de estimular el desarrollo del pensamiento de los niños, se les conduce a ver, escuchar y repetir una y muchas veces una palabra u objeto, que al final les llevará a aprender. “Observa, memoriza y repite” como loros. Luego de esto se les dejan una tareas que cuando no están como el tutor o maestro desea verlas, se les califica con una “carita triste”; esta es una forma de invalidación. En algunos casos van más allá, se les tacha, se les arranca la hoja y se les hace repetir o, se les borra o se les obliga a borrar lo que hicieron y a repetirlo. Aún más, en los hogares, se les regaña por sus errores e incluso les reclama con gritos o incluso les agreden físicamente, sumándole a esto frases imperativas de invalidación y menosprecio. Esas son manifestaciones claras de una educación represiva.

 

Sin embargo, no se puede culpar a las personas que hacen esto, docentes, tutores o padres de familia, porque no conocen otra forma de hacerlo. Muchos se preguntarán cómo pasa esto, qué hacer o cómo actuar entonces? Pues bien, la clave mágica es la pregunta, si, la pregunta. Cuando a un niño se le pregunta… “¿De qué color pintarías el sol?” por ejemplo, en lugar de decirle.. “ahora pinte el sol de color amarillo” o, ¿ Cómo cree que te le quedó la tarea? en lugar de decirle… “eso está mal hecho” o también algo como … “¿cree que eso está bien escrito? en lugar de decirles … “esa letra está muy fea, “¡bórrelo y hágalo de nuevo!”, se estimula su sistema de pensamiento.

Cuando a un niño se le pregunta sobre algo, en lugar de darle un mandato, este niño o niña, por supuesto, percibe, analiza, deduce, concluye y da una respuesta, una respuesta propia, su pensamiento trabaja entonces y no simplemente obedece una órdenes. La pregunta estimula el desarrollo del intelecto y no hace niños o personas obedientes, la sociedad no quiere personas obedientes, la humanidad no necesita personas obedientes ¡no!, la humanidad necesita personas inteligentes con capacidad de pensar, percibir, plantear y resolver problemas, tanto propios como grupales o sociales; personas que sean capaces de tomar decisiones objetivas y morales que contribuyan a la construcción del mundo mejor y no a su destrucción. A través del mandato se amaestra, se adiestra. A través del la instrucción analítica, se educa y se forman personas participativas con pensamiento constructivo, es la manera correcta de hacerlo. Se llama Educación racional.

Espero que esto sea de utilidad.

 

Autor: Armando Chavarro – experto en Educación Humana y Tecnología de Estudio. Conferencista – formador de formadores. Contacto: info@armandochavarro.com Teléfono/WhatsApp +57 314 2647570 – +57 315 7984244

 

 

 

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