El desapego frente a la felicidad
Por: Armando Chavarro – Coach de vida – Conferencista – Escritor.
El desapego es el acto más elevado del amor incondicional. Duele, duele mucho, duele porque hay que soltar lo que amas para tenerlo, hay que dejar ir.
Ese dolor es mental y causa sufrimiento al ego, por el temor de la posible pérdida de una posesión que no existe, no es real, es ilusoria, porque en verdad, no podemos poseer a nada ni a nadie. No nos pertenecen los hijos, los padres, los amigos, la pareja; ni siquiera las cosas. En realidad, solo disfrutamos de la convivencia con otros y de los bienes materiales.
Aunque todos los seres provenimos de principios, fundamentos y patrones apoyados en el gregarismo, naciendo generalmente en un entorno grupal y/o familiar y se cree que esta condición de vida debe mantenerse, convirtiéndose muchas veces en patética, la verdad es que, bajo principio de la vida, todos somos seres únicos.
Todos son seres libres e independientes, con su propio camino por recorrer, y experiencias por vivir, igual que nosotros, por lo que yo diría “somos”. Por eso no se puede subyugar la felicidad de unos hacía los otros: Si no eres feliz tú sólo, no lo serás con nadie. Debes darle valor a tu vida y construir tu felicidad.
El apego es el controlador del tiempo que no te permite vivir en el presente, ya que te ancla al pasado o al futuro, por amor o temor. El amor absorvente y el temor a la pérdida, viviendo de supuestos y prejuicios. En el antes y en el después. Sin embargo, el desapego te mantiene en el aquí y el ahora.
Desapego es soltar al otro, sabiendo, que pase lo que pase, tú vas a estar bien. Y puede doler mucho, porque nos enseñaron que podíamos poseer todo tipo de cosas, hasta ser dueños de seres humanos y controlarlos.
La independencia afectiva, la confianza incondicional y el respeto por el otro, son el mayor regalo que puedes hacerte a ti y a tus seres amados. Y sólo cuando lo logras alcanzas la verdadera y plena libertad. Una vez que empiezas a avanzar hacía el desapego, ya no existe camino de retorno y sentirás las bondades y beneficios en la vida personal, familiar y social.
Desapegarse es el acto de soltar y desprenderse de objetos y personas con agradecimiento por el tiempo en que fueron parte de tu vida y la enriquecieron de alguna manera, aportando momentos inolvidables y experiencias que te sirvieron para reforzar el arte de vivir.
Sólo cuando sueltas, fluyes y dejas espacio para recibir la abundancia en todos los aspectos de la vida que por derecho te pertenece.
Sin embargo, para que haya felicidad, siempre es necesario sentir afinidad, tener una buena comunicación y llegar a acuerdos con otros y con las cosas mismas cuando estas se obtienen.
La vida es un juego, un juego bonito y hay que jugar a ganar. Sólo puedes alcanzar la felicidad cuando, como en una compañía de baile, en su presentación, todos bailan al mismo ritmo y al mismo tiempo. Para eso, debes enfocar tu propósito de vida y el entorno en el que la desarrollarás y por supuesto, NO en solitario. Siempre necesitarás del alguien y alguien siempre necesitará de ti.