Los Calificativos Negativos hacia los hijos

Es cierto que es muy compleja la labor de criar a los hijos, así como es cierto que nadie nos enseña a criar hijos y los criamos como nos parece, o como creemos que debería ser.

Por principio de cuentas, las relaciones intrafamiliares deberían ser experiencias gratificantes. Desafortunadamente para la familia y la sociedad, es muy poco lo que se saber acerca de cómo comunicarse al interior de los hogares; padres e hijos, padres entre sí, unos a otros comúnmente llevan relaciones difíciles, conflictivas, tornadas de intolerancias, irrespetos, desacuerdos y mala comunicación.

La incomprensión y la falta de consideración con respecto a las jerarquías o escalas de mando intrafamiliar, el modernismo social y los preceptos de “el derecho al libre desarrollo de la personalidad”, mal interpretados o mal manejados, están llevando a la familia a la disociación y al aislamiento convivencial.

Cosas profundamente destructivas y que llevan al caos familiar son las evaluaciones o calificativos negativos que se impelen unos a otros. Voy a dar unos ejemplos de estos, hechos de padres a hijos: “Eres un perezoso, no haces más que dormir todo el día y no sirves para nada”, “No quieres servir para nada”, “Eres un inútil”, “Por qué eres tan torpe?”, “Sólo piensas en la calle”, “Nunca ayudas en nada”, “Eres un vago”, “Eso se te ve horrible”, “No sabes ni siquiera vestirte” . Etc., etc. Y lo peor de todo es que cuando hacen algo bueno o bien hecho, no se les reconoce ni se les valida.

Es cierto que es muy compleja la labor de criar a los hijos, así como es cierto que nadie nos enseña a criar hijos y los criamos como nos parece, o como creemos que debería ser. En cuanto a los calificativos negativos que agreden contra la buena voluntad y la moral en niños y jóvenes, hay padres que justifican dichos actos con comentarios como. “Es que son así!!”, “Los muchachos de hoy no quieren servir para nada”, “A los hijos de hoy cualquier cosa que se les diga los molesta”… etc., etc.

Lo que no saben los adultos es que todo aquello que se dice reiterativamente hacia los hijos, además acompañado de agresiones verbales y muchas veces físicas, van sembrándose en su inconsciente y de tanto escucharlo, de tanto que se les ha dicho lo mismo, se les va convirtiendo en implantes mentales que les modifica su realidad y al final eso es lo que van a reflejar, porque hay una lectura psicológica inconsciente acerca de “Es que yo soy así… mi mamá o mi papá, siempre me lo han dicho… y por lo tanto, yo soy así”…. Es un razonamiento inconsciente que se manifiesta en el consiente como una realidad.

La mente humana nunca se equivoca… así como un computador solo puede dar respuestas acorde con los software o programas que tenga, así mismo y con mayor razón, la respuesta del ser humano es directamente proporcional a la información que posee. Ni más ni menos.

Mi sugerencia hacia los adultos con hijos o encargados de contribuir con la crianza de los mismos es: No los traten con malos calificativos, no se comuniquen a gritos o mandatos, no agredan la cordura de los niños por la mala comunicación. Lo único que lograrán con eso es que el nivel de comportamientos irracionales en ellos, se eleve y terminen siendo a futuro, personas con comportamientos antisociales, desadaptados o criminales. Una buena comunicación es aquella que muestra AMOR, TOLERANCIA Y BONDAD EN EL CORAZÓN.

 

Contacto con el autor: consultor@armandochavarro.com / Armando Chavarro – Humanista Científico web: www.armandochavarro.com

 

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