Características de los agresores del bullying
Dra. Lucy Montero S. – Ps. Clínica, FUKL – Email: lucymontero48@hotmail.com
Es importante tener en cuenta que el agresor es una víctima más que puede estar padeciendo de maltrato en su hogar o la escuela, el menor tiene derecho a ser reconocido independientemente de las circunstancias familiares o personales que se tengan, ese reconocimiento le permite una mejor relación y convivencia en su hogar y en la escuela y le ayuda a incrementar su autoestima.
Por lo general los agresores son niños o jóvenes tímidos, retraídos, y muchas veces rechazados y agredidos por otros, se muestra hostil y desafiante ante los demás, el niño que desarrolla comportamientos de hostigamiento hacia otros busca el reconocimiento de sus compañeros y sus relaciones interpersonales son disfuncionales, hay dificultad para ponerse en el lugar del otro, pueden presentar trastornos psicológicos y en ocasiones ser dependientes de alcohol o las drogas.
Es muy difícil conocer la manera cómo estos niños se sienten, si llevan tiempo bajo estas presiones? cómo manejan su dolor y sentimientos? para ellos no es fácil pedir ayuda ya que se pueden mostrar débiles, por lo tanto también necesitan recibir el apoyo y la ayuda por parte de su entorno familiar, escolar y social para que lo reconozcan, busquen ayuda profesional y puedan superar la situación porque pueden ser futuros delincuentes.
En el entorno y núcleo familiar es que los niños aprenden sus comportamientos, y donde se fortalecen las habilidades, el hogar es el primer grupo social donde el niño empieza a relacionarse, a compartir y aprenden disciplina y valores para desempeñarse en todas las áreas de su vida y la escuela es el lugar donde se le complementa y orienta esta educación.
Para llegar a una resolución de este problemática es necesario involucrar en la intervención a la víctima, al agresor y a los espectadores testigos pasivos y activos que son los compañeros tanto del agresor como de la víctima que no intervienen directamente pero que son testigos de la situación.
Por lo general el agresor no intimida ni ataca en presencia de los mayores, ya que busca menores inofensivos o con algún tipo de diferencia o vulnerabilidad para dominarlos y hacerlos sentir inferiores, siempre se presenta en una situación de desigualdad, muchos de sus comportamientos son más debido a sus propios miedos y frustraciones internas, producto de hogares disfuncionales y agresivos, con antecedentes de abuso sexual, maltrato físico y psicológico.
Su comportamiento es agresivo y provocador con necesidad de protagonismo, es auto suficiente, el respaldo que le dan los testigos o espectadores lo hacen sentir seguro emocionalmente, sin el apoyo del grupo seria menos probable que ejerciera ese poder y esto hace que perduren sus comportamientos agresivos y desarrolle conductas delictivas.
Los espectadores o testigos pasivos se ven muy afectados por lo que tienen que presenciar pero toman una actitud de indiferencia ante el dolor ajeno, se comportan egoístas e injustos (no es conmigo, yo no me meto, allá el etc.) su actitud pasiva es una forma de aprobación de la conducta de los agresores, también lo hacen por miedo a ser víctimas en un futuro. Los testigos activos son los que motivan y apoyan al agresor para que se sienta más fuerte.
Otras de las características muy evidentes son: falta de empatía, agresividad verbal y física, manipulación, abuso de poder, no acatan normas sociales, rendimiento escolar medio o bajo, no respetan las normas sociales, su autoestima puede ser muy baja, insolentes y desafiantes, baja tolerancia a la frustración, no hay sentimientos de culpa, indisciplinados, inquietos e hiperactivos.
Los programas sobre prevención deben llevarse a cabo en los centros educativos involucrando no solo a los acosadores sino también a la víctima, espectadores y entorno familiar.
Lucy Montero S.
Ps. Clínica