La salud mental y el cambio climático
Por: Armando Chavarro
Definitivamente uno de los temas que más preocupan a la sociedad es todo lo concerniente al cambio climático. El calentamiento global y los diferentes fenómenos climatológicos observados en los últimos tiempos, están siendo causa de lo que hoy llaman los expertos como Eco-ansiedad o, ansiedad ecológica.
Hay muchos cuestionamientos que emergen del seno de la sociedad y podría decirse, de la humanidad. Especialmente las nuevas generaciones que en conciencia se preguntan ¿Qué sucederá con el planeta dentro de 30, 50 0 100 años?
Es muy común escuchar en círculos sociales, más notorio en la juventud… ¿Tendremos una tierra estéril? ¿Habrá alimentos? ¿Qué va a pasar con nuestras fuentes hídricas, tendremos suficiente agua para el consumo humano?
Muchas personas están teniendo desarreglos emocionales, manifiestan preocupación, angustia existencial, dolor de tierra, al pensar lo que podrá ser la vida para sus hijos, nietos y en general su descendencia. La eco-ansiedad ha penetrado en la sociedad y no es en vano.
Existen personas inconscientes que niegan que la cultura de la autodestrucción por contaminación y la irresponsabilidad en la conservación de nuestros recursos naturales lentamente está llevando al planeta a un caos ambiental del cual no habría retorno.
Se necesita urgentemente encontrar una manera de cuidar el clima para que sea sostenible a su salud mental. Y poder despertar todos los días y hacer el trabajo del cuidado constante del medio ambiente, como soporte de la vida.
Hay que planear y tener hijos. No evitar nuevas vidas que podrían hacer que las cosas fueran mejores solo por miedo. Es preferible intentar seguir construyendo el futuro, que ver en el presente o en el futuro, cómo se agotan las posibilidades de vida para la humanidad.
Kaley Sinclair, una consejera licenciada en salud mental y especialista en trauma, dijo que sus clientes adolescentes y adultos jóvenes hablan de sentir una sensación de fatalidad por el medio ambiente. Quienes tienen hijos pequeños o piensan en tener hijos, lidian con la culpa de obligar a la próxima generación a heredar un mundo con un clima más cálido y menos habitable.
Tsunamis, huracanes, tormentas tropicales, temblores de tierra, fríos y calores nunca antes experimentados se precipitan anualmente con mayor impacto y fuerza.
Aún estamos a tiempo, debemos todos poner de nuestra parte para evitar el potencial desastre.
Reeducándonos y educando a nuestros hijos en pro de la preservación de la salud y la vida, trabajando solidariamente por el orden, la limpieza, el reciclaje, la protección a la vegetación y la conservación de los afluentes hídricos, el cuidado de los páramos y la protección de la vida silvestre. Todo esto con el fin de crear un equilibrio entre la tierra, la humanidad y la vida misma.
La buena salud mental salvaguarda la continuidad de la vida humana. Se puede derrotar la eco-ansiedad sin el uso de fármacos o formulaciones antidepresivas. Hay que actuar y con el ejemplo demostrar y enseñar a otros, que el camino correcto es el cuidado y protección del medio ambiente, evitando la amenaza del cambio climático.
Si cada uno, de manera individual y grupal, nos preocupamos por mantener tres metros, sólo tres metros alrededor nuestro en todo momento, limpio, ordenado y protegido del deterioro ambiental, podemos contribuir de manera incalculada y en poco tiempo, a la creación de un mejor entorno para la continuidad de vida del planeta como el hogar de la humanidad presente y futura.
Estamos a tiempo… ¡actuemos!