Joe Biden, nuevo Presidente de los Estados Unidos
Joseph Robinette Biden Jr., más conocido como Joe Biden, asume la Presidencia de los Estados Unidos de América, después de una muy reñida contienda con el actual Presidente Donald Trump.
Aunque hubo una tensa calma en los últimos 4 días de este mes de Noviembre de 2020, la incertidumbre por los resultados a la manera de una competencia de hípica – cabeza a cabeza y la predominante actitud triunfalista del Trump, que llegó a prácticamente declararse ganador en un momento, Biden mantuvo la mesura que lo caracteriza a la espera de los resultados, que finalmente le fueron favorables.
El Presidente Electo Joe Biden, siempre con un rostro fresco y relajado, aunque en algunos momentos dejó ver su preocupación, fue muy prudente en sus manifestaciones o intervenciones verbales para no ejercer más presión ante la sociedad norteamericana en el marco del conteo de votos y la muy ansiada espera de un cierre que le fuera favorable, como finalmente sucedió.
Es de esperarse tanto entre los norteamericanos como en la comunidad internacional, que esa prudencia y mesura mostrada por Joe Biden durante todo el recorrido de su campaña, se manifieste ahora como gobernante para que pueda alcanzar los objetivos propuestos en cuanto a manejo adecuado del Covid-19, la reactivación de la economía al interior del país, una dinámica que favorezca la generación de empleo, servicios de salud dignos para la sociedad y un manejo adecuado y proactivo de las relaciones internacionales en aras de estabilizar la balanza de cambios y contribuir a la construcción de un mundo en el que la paz y el desarrollo positivo y equilibrado sea el común denominador de su gestión.
Estos primeros cuatro años tendrán muchos altibajos a nivel global, además de una muy probable oposición en muchos de sus propósitos administrativos por parte de los republicanos, pero además, como norteamericanos, tanto republicanos como demócratas tendrán que propender por el bienestar integral de la nación.
Ahora es tiempo de cambios hacia un estado de derecho aplicado, sin autocracia y en el que las decisiones gubernamentales que se tomen, sean favorables tanto para las mayorías como las minorías, nativos, nacionalizados y residentes en un país que se ha llamado por mucho tiempo “la primera potencia del mundo” y “el país de oportunidades”. El futuro no depende únicamente del Gobierno; cada ciudadano en cada ciudad, estado o territorio, deberá hacer su parte para contribuir a conservar la estabilidad y el bienestar general integral.
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