En busca de la prosperidad
Por: Armando Chavarro / Escritor-Humanista – Conferencista y Coach Familiar, Social y Empresarial – e-mail: consultor@armandochavarro.com Web: www.armandochavarro.com
Uno de los principales propósitos de hombres y mujeres es sin lugar a dudas el logro de unas condiciones económicas que les haga más fácil la vida, más sencilla, más sosegada. Sin embargo, una cosa es estar en esa constante búsqueda, en esa delirante lucha por obtener la prosperidad y otra es saber cómo hacerlo.
La razón por la que una persona se ve en constantes dificultades en materia de dinero, es porque aunque muestre empeño y voluntad y aún el coraje suficiente para afianzarse en esa búsqueda, le hacen falta los conocimientos básicos sobre cómo hacerlo.
Lograr prosperidad, riqueza o independencia económica implica conocer algunos aspectos fundamentales que le puedan facilitar el camino para alcanzar un estado de, al menos, comodidad en asuntos económicos y financieros.
Esta es una orientación directa. Lo primero que debes entender es que puedes enriquecerte, eso es algo vital. Cualquier persona puede alcanzar riqueza si puede creer que lo puede hacer; ese es un camino abierto para todos. Haz un inventario, un listado de tus habilidades, de tus conocimientos que puedan ser generadores de ingresos y elige aquel en el cual te sientas más empoderado. Luego oriente toda tu intención y esfuerzos por desarrollar esa labor. Con seguridad, con firmeza, con confianza en tus capacidades, sin dudas ni desconfianzas sobre sí mismo o sobre los resultados finales. No ignores el hecho de que puedes enriquecerte porque eso te hará desperdiciar la mayor parte de tu precioso tiempo que deberías emplear para hacer dinero. No uses tu tiempo en cosas negativas que te aportarán muy poco dinero; si haces eso, no trabajarás de manera efectiva en la búsqueda del mismo. No malgastes tu tiempo en trivialidades.
Lo segundo a destacar en esta ocasión es que aquel que piensa que conseguir la prosperidad y la abundancia es muy difícil o casi imposible, que ya los ricos están hechos y que eso es solo una ilusión, terminan volviéndose apáticos en materia de la búsqueda del dinero. Se conforman con encontrar los medios para una supervivencia estrecha y limitada, con vivir en cualquier lugar, comer cualquier cosa, vestirse de cualquier manera; tener o no tener les da los mismo. Un estado de apatía que solo le conducirá a la pérdida y al fracaso. La apatía es el peor aliado del pobre, un archienemigo para aquel que anhela un mejoramiento en su vida, para su familia e incluso del entorno social en que se desenvuelve.
Así que si quieres escapar del fracaso económico o del éxito mediocre en el que te encuentres, solo te queda un camino y más te vale que lo tomes. Interésate en la búsqueda de la riqueza, no alimentes tu mente con pensamientos de pobreza. Si tienes constantemente pensamientos de pobreza y si tienes constantemente ideas negativas, no puedes esperar resultados positivos. Enfócate exclusivamente en lo positivo, en enriquecernos. A partir de ahora, haz todo lo opuesto a lo que hiciste en tus fracasos. Haz exactamente lo opuesto a lo que la malicia familiar y social esperan de ti… que seas un común.
Alimenta tu mente con un interés intenso en el cambio del estilo de vida, apaláncate con un conocimiento concreto, específico, en una actividad que puedas desempeñar eficientemente. El conocimiento específico organizado será tu mayor acierto, si lo utiliza con el propósito de hacer dinero. Y recuerda, este es el camino: 1. Debes saber lo que quieres. 2. Debes saber cómo conseguirlo. 3. Debes saber qué acciones tomar y 4. ¡Hazlo!…