La fe frente al temor

Por: Armando Chavarro Escritor-Humanista

La fe frente al temor ….En la vida hay dos fuerzas que tienen el mismo poder; esas dos fuerzas son la fe y el temor. Ahora, qué es lo que se entiende por fe, porque hay muchas formas de interpretarla, maneras subjetivas de interpretar lo que es la fe.

Pues bien, la fe es la certeza de que algo bueno está por suceder o de que algo bueno definitivamente va a suceder.  El temor es esa fuerza opuesta que dice que algo malo va a suceder, que algo malo puede suceder suceder.

Entonces, nosotros los humanos, vivimos en medio de esas dos fuerzas. Ahora, cuál es la idea? Es sencillo!! La idea es que tú decides en cual de esas dos fuerzas quieres vivir, de cual de esas dos fuerzas quieres estar protegido. Si en la fe, teniendo la certeza de que algo bueno está por pasar en tu vida o, en el temor, pensando o teniendo la certeza de que algo malo puede pasar…. Así, si crees que algo malo va a pasar, ¡¡pasará!! , pero si crees con claridad que algo bueno sucederá, entonces muy probablemente lo verás realizado, materializado.

No tengas miedo, ten fe

Si tus pensamientos son negativos o pesimistas, es entonces ahí cuando, al ver el fruto de tus pensamientos frente a ti, te vas a extrañar y es cuando comenzaras a razonar sobre justificaciones tales como “es la mala suerte” o, es que “Dios lo quiso así” , “no era para mi”, “no era el momento, otra vez será” etc..

Del mismo modo que podemos atraer y materializar cosas contra nuestra propia supervivencia por causa de vivir en el lado del temor, así mismo podremos ver cómo cosas maravillosa, si bien pudiera decirse milagrosas, podrán suceder en nuestras vidas si es que decidimos vivir en el hilo de la fe.

Qué es lo que sucede cuando una persona es verticalmente positiva? Cuándo se cree firmemente en que las cosas buenas pueden suceder? Lo primero es que difícilmente le sucederán cosas ingratas y eso es bueno, pero lo segundo que puede suceder es que así como ha justificado el acontecimiento de cosas malas, para sencillamente aceptar su condición de tener tan poca fe, es la justificación del porqué si logra realizar lo que se propone. Justificaciones como “era para mi”, “yo sabía que eso iba a pasar”, “yo tengo una tremenda suerte”… entre otras, estarán a flor de mente, sin aceptar el hecho de que, su fe ciega e invariable, su certeza de pensamientos y la confianza que esa misma fe le da, ha sido la causa real de sus logros.

Hay que estar claros en estos dos conceptos y decidir entonces ¿Cuál de los dos caminos tomar? De cuál de estas dos fuerzas alimentar la vida y, confrontar al temor, alimentado de fe. ¡! ¡Tú lo decides!.

Contacto con el Autor:  e-mail: consultor@armandochavarro.com

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