Un camino de salida
Por: Armando Chavarro – Humanista Científico – Escritor – Coach de vida y Empresarial
No se trata de ser tremendista o de que estos comentarios introductorios le pongan ansioso o en una situación de incertidumbre, dolor o angustia existencial; es simplemente ver lo que es como es, sin desconocer por supuesto, que dentro de cada persona, hay un ser bueno y maravilloso, que por falta de conocimiento y formación adecuados acerca de cómo hacer bien las cosas, ha cometido o comete tantas equivocaciones, faltas y crímenes, causándose daño a sí mismo y a los demás, en detrimento de su propia supervivencia y de su propia vida.
Por fortuna, con un poco de información acertada y voluntad de aplicación de la misma, pueden corregirse y convertirse en seres pro-vida, pro-supervivencia, pro-sociedad, seres capaces de superar sus propias dificultades y de ayudar a otros a lograrlo también; capaces de alcanzar destacados lugares en la manigua social.
No son pocos los que piensan que el hombre es malo por naturaleza, -lo he escuchado con mucha frecuencia- que la sociedad está diseñada para dañarse unos con otros y que es imposible cambiar esto.
Muchos piensan que son necesarias las guerras para cambiar o renovar la humanidad, pero nada más errado; nada de esto es necesario y el principio fundamental de la vida no es la destrucción sino la creación continua, la construcción permanente de formas y esquemas de contribución y participación social y humana.
Entonces, entre todo este maremágnum de acciones y saberes acerca de la vida, de sus leyes y normas, derechos y deberes, se levanta incólume el único componente que realmente puede librar al hombre de la hecatombe o fracaso total, un factor capaz de sacar al hombre del sufrimiento, la miseria, el dolor y la guerra; capaz de llevarlo hasta elevadas posiciones en el contexto social, de cambiar la lastimera historia que la humanidad ha escrito en todos los tiempos, como fruto del inmisericorde padecimiento de la violencia y la inmoralidad en todas sus manifestaciones; la inconsciencia y la irracionalidad en que hemos vivido durante tantos años.
Verdaderamente este panorama oscuro en el horizonte de la vida puede cambiarse, si nos disponemos a ello; se trata sencillamente de querer hacerlo, para el bien propio y de los demás, de la vida misma.
Amigo lector, percibo que las razones que le han llevado a interesarse por este artículo, tiene mucho que ver con su condición interior como ser y como una persona cuya parte buena interior de la que hablo se mantiene latente y alerta a las oportunidades de cambio, queriendo mejorar las condiciones de su propia vida. Este hecho me alegra profundamente y créame que voy a intentar entregarle una herramienta de gran valor, la cual pueda usted utilizar para alcanzar ese propósito… El mejoramiento personal, social y humano.
Preparémonos entonces para conocer y entrar en la senda de un componente vital que impulsa el crecimiento individual y grupal, para adentrarnos en las profundidades de “El Factor E”, bien conocido pero mal interpretado y que comprendiéndolo y dándole un uso adecuado nos llevará sin equívocos a la cúspide del éxito, en todas las áreas de nuestra vida. Ese factor es… ¡La Ética!”
Pero ¿Qué es la ética? Lee esto con atención: “…La ética consiste en las medidas que el individuo toma consigo mismo para alcanzar la supervivencia óptima para sí y para los demás en todas las áreas de la vida; (Estas son las motivaciones que el hombre tiene en su de crecimiento y desarrollo. – él mismo, su familia, su comunidad, su entorno, la naturaleza, etc.-). Las acciones éticas son acciones pro-supervivencia, no sólo para sí mismo, sino que tiene un impacto positivo y constructivo integral. Sin el uso de la ética aplicada y funcional, no sobreviviremos”.
De este modo y partiendo del hecho de que el hombre nace y es básicamente bueno y no básicamente malo como algunos suelen creer o hacer que otros crean, se puede decir que el hombre, por su condición de bueno en esencia, siempre tiene la posibilidad de darse cuenta cuando hace algo malo o que viola el principio fundamental de la vida o que es destructivo.
Alguien me preguntó en una conferencia que impartía a un grupo de empresarios… “¿Cómo sería una persona totalmente ética?”. Mi respuesta fue y seguirá siendo: Actúa como tal, se correcto, respetuoso de las normas y leyes, vive en el marco de la integridad y la moralidad constructiva. No lo olvides, Sé ético, legal y moral… ese es el camino de salida.
Contacto email: consultor@armandochavarro.com