Hay que crear para vivir
Por: Armando ChavarroCoach de vida y empresarial – Humanista Científico – Conferencista Consultor
La ciencia del vivir se hace cada vez más difícil, si se toma en cuenta el deterioro continuo del medio ambiente y los recursos naturales. Pero es que el hombre tiene una forma de pensar tan facilista que desde tiempos inmemoriales ha estado viviendo, explotando y consumiendo de lo que fue creado para vivir, pero se le ha olvidado crear para vivir.
¿Qué es, crear para vivir? Esto es relativamente sencillo cuando se sabe cómo funciona la vida y como todo, cada cosa que ha sido creada previa a la vida humana, tiende a deteriorarse o disminuirse en la medida en que el hombre, que es el principal predador natural del mundo, no aporte de sí para que las cosas continúen existiendo de modo que puedan seguir facilitándonos los medios para nuestra supervivencia.
Voy a dar unos datos que pueden ser de gran utilidad para una mejor comprensión de esta dinámica: La creación consiste en hacer que algo exista. Entonces, cuando naces, madres y padres se dedican a alimentarte, atenderte, asearte, vestirte, cuidarte cuando enfermas y lograr tu recuperación y así, están creando diariamente la vida sobre ti. Si te abandonaran al nacer, si no crearan día a día sobre ti, probablemente morirías.
De acuerdo con lo anterior, cuando llegas a joven o adulto y tu espíritu de supervivencia te acerca al mundo laboral alcanzando un trabajo, no basta con haberlo conseguido; ahí está, ya lo tienes, pero para conservarlo debes crear continuamente sobre él, ¿Cómo? Haciendo bien las cosas, buscando mecanismos que te hagan más eficiente, entrenándote constantemente, aportando ideas para mejorarlo, cuidando tus implementos o accesorios de trabajo, fortaleciendo tu actitud hacia la conformación de un equipo productivo y siendo ante todo una persona altamente ética.
Compras una casa, ¡ya la tienes! y, ¿Cómo puedes hacer que te dure y siempre se vea bien? Sencillo, creando y creando siempre sobre ella. La barres o el polvo te enferma, la pintas, le cortas el césped o se te mete a la casa y se te llena de maleza y plagas, le arreglas el jardín; cuando algo se daña lo arreglas inmediatamente para evitar que se deteriore y se convierta en un lugar invivible que luego quieras abandonar o salir de ella por “vieja y fea”.
En lo social, de manera colectiva y participando con tus impuestos, se han creado los servicios públicos como transporte, energía, gas, comunicaciones, centros deportivos y parques de entretenimiento, áreas de descanso, etc. ¿Qué crees que deberías hacer? Tú tienes la respuesta.
Ahora, sólo piensa en cada cosa que hayas logrado, que hagas adquirido, incluso la vida que te fue dada. ¿En qué estado está? ¿La estás desaprovechando?, ¿Se está deteriorando? ¿Qué tal tu matrimonio? ¿Tu familia? ¿Tus hijos? ¿Tus amistades? ¿Los estás perdiendo? Bueno, ya sabes lo que debes hacer: Crear, crear, crear… Crear para vivir.
La indolencia, apatía, abandono, descuido, indiferencia e inconciencia, son actos de NO CREACIÓN. Maltrato intrafamiliar, bulling, violencia, intolerancia, desperdicio, abusos de autoridad, injusticias y otros más, son actos de CONTRA-CREACIÓN. Estos factores son los principales precursores del fracaso e incluso, de una muerte prematura.
Lo que tienes, sea lo que sea, o lo cuidas siendo un creativo constante, o lo pierdes… es así de simple. La vida es algo sencillo que parece difícil de manejar. No dejes de crear.
